Jesús Samayoa, es gerente general de Glam International, una empresa familiar dedicada a crear y producir eventos con las mejores experiencias y al nivel de los eventos que se realizan en las grandes ciudades. “Chus” —como es conocido—, se describe como una persona visionaria, como un emprendedor que cree que sí es posible realizar eventos de talla mundial en un mercado con las características de Guatemala.
Hablamos con Chus sobre su motivación para dirigir una de las empresas de montaje de eventos más importante del país y cómo el uso de la tecnología los ha llevado a lograr lo que él llama: “un trabajo innovador y diferente”.
¿Qué los motiva a realizar un trabajo diferente y de gran magnitud?
Creo que se pueden hacer cosas diferentes en Guatemala. Viene gente de afuera y dice: “Guatemala es un mercado pequeño, no vamos a encontrar ese tipo de montajes o de eventos”, esto porque la percepción de producción de eventos y de tecnología para realizarlos en Guatemala es muy limitada. Para mí, cada evento es un reto, lo que trato de hacer es nadar contra la corriente y afirmar “sí lo podemos hacer”. Mi trabajo es poco usual, no es convencional, o rutinario, no cuenta con lineamientos establecidos o inflexibles, la base de nuestro trabajo es pensar diferente.
¿Cómo incursionaste en la industria de producción de eventos?
Mi inquietud en los eventos nace cuando yo tenía 15 años. Soy músico desde los 10 y crecí en el ámbito de los montajes. Conforme pasa el tiempo y voy creciendo, me di cuenta y aprendí de los métodos y las herramientas que se usaban para los conciertos, en las iglesias, etc., y a raíz de eso, la curiosidad me fue arrastrando y me fue cautivando a este ámbito.
A los 18 años —hace 16—, fui músico para varios artistas, y trabajé como técnico de grabación de sonido en un estudio profesional, y posteriormente contribuí en una que otra producción. Poco a poco evolucioné de músico a un técnico en sonido. Grabé discos para la sinfónica nacional por ejemplo, entre otros.
Al final, cada experiencia me llevó a involucrarme en la industria del entretenimiento en Guatemala.
Entonces, ¿cómo nace Glam?
Glam nació en 2010, enfocado en la producción de eventos artísticos, para luego dar un giro y enfocarse en los eventos corporativos. Actualmente operamos en Guatemala, Centroamérica y trabajamos con aliados estratégicos en otros países de Sur y Norte América.
¿Por qué Glam?
Glam viene de “glamur”, porque creemos que todos los eventos deben tener un toque de glamur y encanto. Hacemos todo con estilo y profesionalización; para nosotros, “ningún evento es pequeño o grande, todos son eventos de calidad que merecen toda nuestra dedicación y atención”.
¿Por qué se hizo este cambio?
Al principio estaba siguiendo mi pasión. Sin embargo, en la música, todos los eventos eran muy parecidos, y el reto estaba en las empresas que pedían cosas muy puntuales y diferentes. Por ejemplo, hoy quieren un árbol diseño cuadrado, luego diferentes formas, o quieren ver caer nieve en un evento o se abran pantallas y se eleven, etc. Fueron todos esos detalles que se convirtieron en desafío, lo que nos hizo que nos involucráramos en el área de eventos corporativos. Realizar estos eventos no tradicionales se ha convertido en nuestra misión.
¿Qué papel juega la tecnología?
Definitivamente, ese punto es fundamental e importante para nosotros, porque vendemos tecnología. Son estas herramientas tecnológicas las que van cambiando año tras año y que brindan esa innovación necesaria para la realización de cada proyecto de producción de eventos. Hemos sido uno de los pioneros en la tecnología de pantallas LED, que es una tendencia que tendrá 10 años o 15 en el mercado guatemalteco, y hemos ido evolucionando. Renovamos equipo cada dos o tres años.
Siempre hay muchos retos y desafíos técnicos que afrontar para que todo funcione bien. Nuestra filosofía siempre ha sido: “Todo se puede hacer”. Es difícil que nosotros no aceptemos realizar algo, somos flexibles y comprometidos con nuestros clientes.
Glam ha organizado y desarrollado eventos de relevancia con marcas vanguardistas en el país y con marcas con presencia en toda la región. El uso creativo de la tecnología es la que los ha llevado a ser uno de los productores de eventos más importantes de la región.
