Los parroquianos de Sweetgreen son muy peculiares cuando se trata de las ensaladas. Hace poco, la compañía quitó del menú el tocino y la salsa picante sriracha, y los clientes se quejaron en los medios sociales. Sin embargo, cuando un puñado de sus restaurantes dejaron de aceptar efectivo en enero, apenas si algunos se dieron cuenta, según los dueños de la empresa.
Por: Gloria Dawson
Hasta los ejecutivos de Sweetgreen pensaron, en un principio, que funcionar sin dinero era “una idea descabellada”, comentó Jonathan Neman, un cofundador y cochef ejecutivo de la compañía. “Pero vimos a nuestro alrededor y nos dimos cuenta de que hace ya un buen tiempo que las líneas aéreas no aceptan dinero”. En los establecimientos de Sweetgreen por todo Estados Unidos, las compras en efectivo han bajado a menos de 10 % hoy, en comparación con 40 % de todas las transacciones cuando abrieron su primer local hace nueve años, contó. Sweetgreen tiene ahora 48 sucursales.
Aun cuando estamos lejos de convertirnos en una sociedad sin efectivo, las transacciones en dinero son menos frecuentes en comparación a hace unos cuantos años, y algunos dueños de restaurantes le apuestan a que los clientes se sentirán cómodos al eliminarlo por conveniencia.
Los restaurantes como Sweetgreen están impulsando los pagos con tarjetas de crédito y débito, y con aplicaciones móviles. Estas permiten que los establecimiento recopilen datos y retroalimentaciones, así como que los clientes ordenen con antelación y se eviten las filas largas.
“Una de las mayores quejas en Sweetgreen son las filas, así es que al reducir el dinero, podemos servir a los clientes con mayor rapidez”, comentó Neman. En los seis establecimientos Sweetgreen donde no se acepta dinero, los empleados pueden realizar de 5 a 15 % más transacciones en una hora, dijo.
En un entorno sin efectivo, los empleados también están más seguros, añadió Neman. Solo se ha dado un puñado de robos y hurtos desde que Sweetgreen se inició en el negocio, pero comentó que cree que el haber eliminado el dinero ha hecho desistir a los ladrones. “No creo que nadie entre a robarse la espinaca”.
Renunciar al efectivo tiene sus obstáculos, no obstante, muchos estadounidenses todavía lo usan por elección o simplemente porque no tienen alternativa. Un estudio del 2015 sobre las elecciones de pago de los consumidores que realizó la Reserva Federal encontró que si bien el uso de la tarjeta de crédito está aumentando sistemáticamente, poco más de 26 % de las compras se seguía efectuando en efectivo. Esas transacciones tienden a tener un valor reducido.
Aun cuando estamos lejos de convertirnos en una sociedad sin efectivo, las transacciones en dinero son menos frecuentes en comparación a hace unos cuantos años.
También, se espera que sigan aumentando los pagos móviles. Forrester Research proyecta que los pagos móviles dentro de las tiendas aumentarán a casi USD 34 000 millones en 2019, en comparación con cerca de USD 4 000 millones en el 2014. Sweetgreen tiene su propia aplicación que permite que el cliente ordene y pague. Las compras con ella representan un tercio de las transacciones, comentó Neman.
Para el grupo Major Food, dueño de restaurantes por todo Nueva York, funcionar sin dinero es, simplemente, una decisión de negocios.
Cuando el grupo de restaurantes abrió Sadelle el año pasado, los críticos elogiaron los “bagels” y rezongaron por los precios de los sándwiches, pero dijeron poco sobre la política de eliminar el dinero. “No es un problema y es raro que se mencione”, dijo Jeff Zalaznick, un copropietario y socio administrativo.
“Yo creo firmemente en el movimiento sin dinero”, dijo Zalaznick. “Hay una cantidad inmensa de trabajo, procesos y errores que hay en tomar dinero; procesarlo, monitorearlo y depositarlo. La cantidad de tiempo y dinero que cuesta, no vale la cantidad del negocio que se realiza en efectivo. Las tarifas que pagas sobre las ventas adicionales con tarjeta de crédito son muchísimo menores al dinero que gastas internamente para recibir efectivo”. Menos de 8 % de las ventas en todo su grupo restaurantero se hacen en efectivo, dijo Zalaznick.
El Sadelle no es la primera incursión del grupo Major Food en el movimiento sin dinero. En el ZZ’s Clam Bar, que se abrió hace tres años, tampoco se usa efectivo.
“Es la forma del futuro”, dijo Zalaznick. “Solo la estamos abrazando”.