En un mundo donde la sostenibilidad y la innovación son esenciales, la agricultura se enfrenta al desafío de evolucionar para cumplir con los requerimientos del futuro.
En por eso que hace tres años se fundó Biofortune Crops, una startup guatemalteca en el ámbito de la tecnología de alimentos (Foodtech), que también tiene presencia en Honduras.
Esta Foodtech ha marcado un hito al inaugurar la planta de procesos más avanzada del país el pasado 10 de junio.
Esta planta está dedicada al “supraciclado”, transformando frutas, verduras y productos botánicos de categorías inferiores.
Además, también transforma desechos agrícolas en ingredientes funcionales de alto valor para la industria global de alimentos y bebidas.
Gracias a esa iniciativa, han logrado identificar aspectos cruciales para redirigir la agricultura hacia los agronegocios del futuro.
Eso genera valor social, ambiental y económico de manera compartida, abarcando consumidores, familias de colaboradores, agricultores proveedores y medio ambiente.
Las estrategias
Rubén Sorto, CEO de Biofortune Crops, comparte las estrategias fundamentales que han moldeado el camino hacia la sostenibilidad empresarial.
En su enfoque, destaca el análisis meticuloso de mercados y la identificación de sectores con potencial para generar valor.
Al respecto, Sorto señala cómo la cadena de nutracéuticos supera considerablemente la valoración global del café, revelando el poder de la innovación disruptiva.
La colaboración interindustrial y el cambio de paradigmas también forman parte de su estrategia, enriqueciendo su visión con perspectivas frescas y oportunidades insospechadas.
Transformación de desechos
Además, explica cómo la transformación de los desechos en ingredientes funcionales es un claro ejemplo de generación de valor en una industria tradicional.
En el marco de la transformación, la inversión en investigación y desarrollo cobra vital importancia al convertir descubrimientos científicos en procesos comerciales.
La evolución de un modelo centrado en materias primas hacia uno basado en conocimiento y tecnología es una tendencia que ha permitido acceso a inversores y financiamiento,
Eso ha disminuido la volatilidad de los proceso y está atrayendo recursos para el crecimiento.
La resiliencia y capacidad emprendedora también son elementos claves en su enfoque, con énfasis en la creatividad para crear valor en sectores desafiantes.
Sorto resalta que la educación orientada a la innovación y el emprendimiento es crucial para impulsar un cambio cultural y adquirir habilidades disruptivas.
En última instancia, el enfoque reside en la capacidad de generar valor donde anteriormente no existía, fomentando así una agricultura más sostenible y resiliente ante los desafíos del mañana.
Inversión privada para generar valor
Sorto explica que en Biofortune Crops han podido demostrar que la inversión privada puede generar valor compartido y promover el desarrollo sostenible.
Al transformar desechos agrícolas en ingredientes funcionales, generamos nuevas fuentes de ingresos para agricultores rurales y creamos empleos de alto valor.
Resaltó que este modelo de negocio no solo es sostenible, sino que también impulsa la salud y el bienestar de los consumidores y que se trata de un orgullo el hecho de poder ser parte del desarrollo sostenible en Guatemala y Honduras.
