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Historias inspiradoras de mujeres exitosas

“Mujeres transformando Guate desde el emprendimiento” fue el foro llevado a cabo como parte de la campaña GUATE SE LEVANTA, en el que varias empresarias compartieron sus experiencias y esfuerzos para salir adelante.

El mensaje principal de todas las emprendedoras participantes en el evento fue que es necesario identificar las oportunidades, potencializarlas y ser persistente ante las adversidades para que los emprendimientos no mueran antes de crecer. Este es el resumen de sus exposiciones:

Raquel Rodas es directora de un reallity show que se transmite en la televisión nacional, es mamá y emprendedora de su marca ExoticabyRaquel, que lanzó en mayo 2020.  Por ser originaria de Puerto Barrios, Izabal, se identifica con su tienda especializada en trajes de baño y conjuntos estampados.

“Al no tener conocimiento alguno sobre patrones, modistos ni diseños de moda, mi idea como tal es comercializar las prendas y actualmente las vendo en Oceana, un hotel de prestigio en Monterrico, y en redes sociales”.

Su promedio de ventas mensuales es de 100 a 200 piezas, aunque su inversión inicial de Q5 mil solo le alcanzó para lanzar su primera colección, que vendió en tres días. De la segunda no vendió nada al inicio, pero no se desanimó y con su persistencia ha logrado el crecimiento de su marca. Hoy cuenta con proveedores internacionales y nuevas ideas para sus próximas colecciones.

 

ExoticabyRaquel es la marca creada por Raquel Rodas.

Andrea Paola Cosmetics es el nombre de una línea de maquillaje, una escuela para maquillistas y un truck con servicios móviles de este tipo, aparte de Verana Spa. Todo ello, creado por Andrea Paola Rosal.

“Yo inicié en el mundo del maquillaje hace 10 años; primero, como una pasión que luego se convirtió en mi carrera y profesión, a pesar de que mi familia y amigos me decían que eso no era una carrera. Pero no les hice caso y aquí estoy”, afirma.

A consecuencia de la pandemia, tuvo algunas dificultades para vender sus servicios, por lo que decidió crear el spa en septiembre del 2020 y así se diversificó.

“Mi consejo es que debemos comprender que los momentos difíciles siempre se van a presentar, así que necesitamos disfrutarlos porque son los que más nos ayudan a crecer. Tenemos que aprender a vivir cómodos con lo incómodo”, dice.

 

Andrea Rosal también atiende su Verana Spa.

Calm.Ish es una marca de loungewear que representa a las mujeres que buscan mejorar su bienestar, comodidad y estilo, así que están dispuestas a invertir en ellas mismas. “Es una marca que brinda calma y nos representa como hermanas en todo, desde su empaque, estilo y forma de comunicarnos”, explican Ana Lucía y Fernanda Mazariegos.

Su sueño comenzó desde que tenían 11 años de edad, viendo cómo las mujeres se esmeraban en su presentación personal para asistir a alguna cena o evento. “En algún punto de nuestras vidas dijimos que íbamos a tener una marca de ropa y cuando vimos la necesidad femenina de sentirse guapas, decidimos aprovecharla”, comentan.

“En estos momentos de pandemia, muchas de nuestras amigas nos decían que no les gustaba arreglarse porque ni siquiera podían salir. Con eso notamos que todas las conductas de compra y venta se modificaron, por lo que era necesario repensar lo que hacíamos.

La competencia es buena, así que nosotras buscamos nuestro propio target, creando  productos que se diferencian de los demás con diseños versátiles que nos identifican y los unimos con el servicio al cliente. La experiencia de invertir en las redes sociales también nos enseñó que no solo se debe contratar pauta, sino también crear contenido de calidad”, amplió Fernanda.

Y Ana Lucía concluyó con que “si nuestras cuentas no están funcionando es porque el proceso está fallando y no le estamos dando valor o no costeamos bien. Recordemos que, con un emprendimiento, el dinero no entra a mi cuenta bancaria sino a una empresa que se debe alimentar con capital constantemente”.

 

Las hermanas Mazariegos son las fundadoras de Calm.Ish

La cuarta historia es la de Irma Carrillo, una mujer que forma parte del equipo de socios de una barbería exclusivamente para hombres.

Mister Barber Shop nació de una llamada inesperada, pues me encontraba con mi hermano en busca de locales para emprender un salón de belleza, cuando Alex, nuestro otro socio, nos hizo la propuesta de fundar una barbería. En ese momento comenzó a asesorarnos sobre cómo construirla, buscar amenidades nuevas y otras ideas”.

A continuación, abrieron dos barberías, con dos semanas de diferencia. Y el concepto único fue todo un éxito, por lo que 6 años después, se ha popularizado. Actualmente hay 16 sucursales en la capital y una en Xela.

“Desde pequeña he tenido un espíritu emprendedor. Recuerdo que cuando estaba en el colegio, llevaba un marcador y si mis amigas me preguntaban, en lugar de decirles donde lo conseguía, se lo vendía; así que siempre me han gustado las ventas”, dijo.

Sobre la pandemia, comentó que sí afectó, por tratarse de un servicio de contacto directo con los clientes. “Sabemos que eso creaba miedo, pero teníamos muchas responsabilidades con más de 100 familias que dependían del ingreso de las barberías y tuvimos que cerrarlas todas por un mes. Pero hoy seguimos de pie y tratando de hacer cosas nuevas. Por ejemplo, vamos a vender el concepto en otros países y estamos terminando todo el proceso de franquicia”.

 

Irma Carrillo es socia fundadora de Mister Barber Shop.

Michelle Prado tiene solo 25 años y ya es Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Antes del 2020 trabajaba en una empresa inmobiliaria y cuando iniciaron las restricciones para contener el COVID-19, comenzó a trabajar desde su casa.

“Entonces me di cuenta de que mi hermana vendía en línea como emprendimiento, mientras yo trabajaba frente a una computadora de 9 a 6. A manera de hobby, en mi tiempo libre me puse a crear redes sociales y para probar, compré unos aretes, les tomé fotos y en menos de 3 días, vendí todo lo que había comprado”, explica.

Acto seguido, pidió un préstamo que completó con su salario y compró muchas cosas en Amazon. “En menos de una semana se vendió todo y eso me abrió los ojos. Ahora le dedico el 100% de mi tiempo a mi tienda en línea de nombre Narciso y estoy agradecida por esta decisión. Yo me encargo de todo, desde la fotografía, contenido de calidad y el lanzamiento de nuevos productos, como velas y maquillaje. Narciso me ayudó a trabajar con mi paciencia para darle atención al cliente y todo lo que vendo es lo que a mí me gusta”.

Asimismo, su hermana Katherine Dayana es la creadora de Prana, una tienda de ropa juvenil para dama y su historia comenzó cuando tenía 18 años. “Inicié vendiendo en Facebook ropa que ya no usaba, le tomaba fotos y muchas personas me la compraban; esto lo hacía en paradas de Transmetro.

Después de un tiempo, tuve la oportunidad de comprar pantalones por mayor, le pedí prestado a mi papá y en menos de un día, ya había vendido todo. Siempre le pedía a Dios por un trabajo sin saber que ya lo tenía y a un año con cuatro meses, contamos con cuatro mensajeros. Si la oportunidad no les abre puertas, ustedes deben de crear su propia puerta”, dice Katherine.

 

Las hermanas Michelle y Katherine Prado emprendieron con Narciso y Prana.

Thelma Dávila tiene una empresa con su mismo nombre, que se dedica a diseñar y producir bolsas y carteras a base de textiles típicos. El emprendimiento inició cuando ella tenía 18 años y estudiaba diseño de modas.

“Siempre con la espina de mis conocimientos en diseño, creé mi propia cartera. Cuando muchas personas la vieron, les encantó y me comenzaron a pedir. Al ver el gran interés de mis conocidos, comencé a colocarlas en las redes sociales; en el 2013 decidí poner mi taller y dedicarme a crear diseños. En ese momento no había muchas marcas que utilizaran tejidos artesanales; ese fue mi plus y por el que mucha gente me conoce”.

Después, siguió el sueño de viajar por el mundo y en el 2019, ella y su esposo tomaron la decisión de venderlo todo e ir a Sudamérica, sin planes de regresar a Guatemala. Pero a raíz de la pandemia, se cerraron las fronteras y tuvieron que regresar al país.

“Ahora me encuentro nuevamente con la pasión de la moda, los textiles nacionales y retomando la marca. Me estoy reinventando con el diseño, para poder exportar mi producto”.

 

Thelma Dávila diseña carteras con textiles artesanales.

La historia de Ashley Williams y su empresa La Serigrafía de la Gringa es muy diferente:

“Guatemala me ha cambiado, pues cuando vine a este país, pasé los primeros tres años viviendo en la Limonada (un asentamiento de la zona 5 capitalina). Me vi en la situación de observar la injusticia, ver mucha violencia y comprobar que aquí no investigan, pues luego de que llegaba la policía, metía los cuerpos de los fallecidos en una bolsa negra y capturaba personas al azar”, narra.

Un día, detuvieron y encarcelaron a una amiga de Ashley. “Yo pensé que no se iba a quedar detenida tras investigar y comprobar que ella no cometió ningún delito, pero no fue así, y sin pruebas, la sentenciaron 5 años.

Ella me pidió un día que la visitara y al llegar a la cárcel, yo pensaba que iba a encontrar gente sucia viviendo en malas condiciones. Me sorprendí cuando me recibieron con los brazos abiertos y felices de verme; prepararon un almuerzo y sentí la necesidad de agradecerles.

Cuando les pregunté ¿cómo les puedo pagar? Me respondieron ‘Gringa, nos gustaría tener un trabajo aquí adentro’. Yo tenía 19 años, no sabía qué era tener un negocio, pero me indicaron que siempre habían querido hacer serigrafía.

Diez años después, somos 115 personas, incluyendo a trabajadoras tras las rejas, quienes laboramos en La Serigrafía de la Gringa y hemos logrado que 540 personas liberadas no vuelvan a la cárcel”.

Sin embargo, nada ha sido fácil y durante la pandemia, Ashley cayó en depresión al ver que no se iba a vender nada porque todo estaba cerrado. Habló con su padre y le comunicó su intención de regresar a los Estados Unidos porque la empresa iba a quebrar.

Pero él le respondió: “Ashley, tú eres una emprendedora y en este tiempo, los verdaderos emprendedores demostrarán quiénes son, porque se van a levantar, superarán los problemas y van a ser exitosos”.

Luego vio que en Brasil y Colombia empezaron hacer mascarillas dentro de las cárceles, así que fue al hospital de Villa Nueva a tramitar la certificación para trabajar ese producto y solo durante el año pasado, las ventas crecieron más del 100%

Ahora, Ashley sigue aprendiendo de negocios, márgenes, flujo de efectivo y mucho más. “Mi consejo es que si queremos hacer un cambio tenemos que ser ese cambio e involucrarnos. Porque muchas veces, donde está el problema es donde hay más soluciones. Les invito a comprar en redes sociales lo que vende La Serigrafía de la Gringa y así, ayudar con trabajo a muchas personas que están en la cárcel”.

 

Ashley Williams invita a comprar en La Serigrafía de la Gringa.

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