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Tropicalizando ideas

Observar, crear, crear y «tropicalizar». Por ahí va la cosa.

Por: Stefan Kaltschmitt

Todos sabemos que Japón es una potencia mundial, creemos que son los «pioneros» de muchas de las tecnologías y de otra cantidad de innovaciones con las que ahora cuenta la humanidad. Pero la genialidad detrás del éxito de Japón es haber realizado un «remix» de lo que ya existe y darle un valor agregado, teniendo la visión de detonar y agregar valor a esas ideas. El claro ejemplo de esto es la Misión Iwakura, que empezó en 1871, cuando el gobierno japonés envía a 52 oficiales y estudiantes, los mejores del país, por 22 meses con el objetivo de «aprender de Occidente». Para ello, realizan un viaje exhausto por San Francisco, Washington, Italia, Alemania, Suiza, Bélgica, Rusia, Francia, Holanda y otras breves visitas a países más cercanos.

Como resultado de esta misión surge la implementación de las mejores prácticas de varios de estos países en temas cruciales para el desarrollo del país; por ejemplo, de Inglaterra toman la idea de la marina, el sistema postal, y el sistema telegráfico; de Francia, el ejército, la educación primaria, la policía y el sistema judicial; de Estados Unidos copian el sistema bancario y la educación primaria; de Italia la industria de la seda; y, de Alemania, el ejército. ¿Cuál es el resultado de esta apuesta por imitar lo mejor y adaptar lo visto? El resultado: innovación tecnológica y crecimiento económico.  Por eso, incluso después de la destrucción de la derrota de la Segunda Guerra Mundial, tenían claro la importancia de aprender de los mejores para poder volver a crear y reinventarse.

En Guatemala la innovación emprendedora se está dando en lo micro, y el reto está en llevar estas «genialidades» a lo macro

Dirán que lo estamos viendo muy macro y muy lejano, pero ahora vamos a lo local. ¿Acaso lo que vemos en los nuevos emprendimientos en Guatemala no es precisamente eso, un «remix» de lo que ya existe, impulsado por estos pioneros (entrepreneurs) que tienen la capacidad y habilidad de abrirse brecha, romper esquemas y «tropicalizar» ideas existentes para crear nuevas empresas, nuevos procesos, nuevas ideas?  

A veces nos ahogamos en la creencia de «fuera de lo común», pero veamos el caso del «boom» de los coffee shops en el país. ¿No existían ya en varias partes del mundo los coffee shops? Starbucks ya era una de las marcas mundiales más importantes del mundo cuando en Guatemala, siendo un país cafetalero, no existía el modelo de coffee shop. Hasta que, alguien empezó a impulsar el modelo en el país y encontró que había un mercado dispuesto a pagar por un café de mayor calidad y un ambiente agradable para estudiar o tener reuniones sociales y de negocios.

En Guatemala la innovación emprendedora se está dando en lo micro, y el reto está en llevar estas «genialidades» a lo macro para generar nuevas oportunidades por pioneros que contribuyan a generar fuentes de trabajo y una Guatemala mejor.

Lo valioso es hacer que las cosas sucedan, no importando cuántas veces fallemos, debemos seguir intentándolo hasta lograr el sueño.

¿Cuál es el equivalente, en lo político, a la idea empresarial de los coffee shops? ¿Qué ideas tenemos que tropicalizar para mejorar nuestro sistema y la economía guatemalteca? ¿Será impulsar políticas económicas que apoyen a los emprendedores revirtiendo lo que no ha pasado en Guatemala en los últimos treinta años? Creo que sí.

¿Cómo logramos que este movimiento de emprendedores den el brinco y  generen modelos de negocio que aporten en cultura, educación, conciencia social y ambiental al país? Debemos reconocer a las empresas que están ya generando estos cambios como lo es Kingo, Eco Filtro, Baobab, Radio Infinita, 4 Grados Norte y otras muchas que están haciendo la diferencia.

Lo valioso —y es aquí donde surge la magia de lo que realiza un emprendedor (económico y político)—, es hacer que las cosas sucedan, no importando cuántas veces fallemos, debemos seguir intentándolo hasta lograr el sueño, la prueba y error, el experimento y el miedo como combustible retador.

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