La vida empresarial de Estuardo inició siendo él muy joven, en la segunda mitad de la década de los 80, cuando las necesidades propias de la vida familiar hicieron que, junto a su esposa, iniciara un negocio de reparación de calzado. Con muy poca maquinaria y herramienta pero cargado de sueños y metas, el emprendedor se instaló en un pequeño cuarto ubicado en la zona 3 de la ciudad capital, donde se empezaron a forjar los cimientos de Gina, una empresa que ya lleva 33 años en el mercado con la meta de alcanzar el día en que el 100% del calzado que se fabrique en Guatemala y Centroamérica incluya los materiales que comercializa.
El reto de hacer crecer la compañía no ha sido para nada fácil. Para el año 2000 se dio una recesión económica, la cual obligó a los fabricantes de calzado a dejar a un lado la producción y optar por la importación de zapatos. Esto representó un fuerte revés para la empresa, sin embargo, nunca se dejó de brindar el mejor servicio y producto para sus clientes. Con el tiempo, la gente se dio cuenta que el zapato importado no era de muy buena calidad, y eso le dio la oportunidad a Estuardo de trabajar para cumplir con la meta que había tenido desde el inicio, cuando la fabricación de calzado era prácticamente manual y escasamente tecnificada: lograr que los empresarios de la industria aceptaran incluir nuevas tecnologías para pasar de hacer calzado artesanal a uno más industrial, sin perder la calidad.
Gina tuvo su gran despegue en esa época, cuando sus clientes aceptaron probar las máquinas que él distribuía, con las que lograban mejorar sus tiempos de producción y reducir sus costos. Y así, a lo largo de tres décadas, Gina ha logrado un lugar importante como empresa distribuidora de equipo y maquinaria para fabricación de calzado. El resultado está a la vista, ya que el 80% de las fábricas que producen calzado en Guatemala, utiliza maquinaria con tecnología de punta distribuida por esta empresa, con la que se puede alcanzar una producción entre los 500 a 2000 pares diarios.
La experiencia de Estuardo como empresario no se limita a Gina, ya que también ha fundado otras empresas en las que ha comprobado que la diversificación es una de las claves del éxito. Una de ellas es Cel Guatemala, con 20 años de operaciones en el país y que se dedica a importar accesorios para teléfonos desde China. También está Follaje, que comercializa grama sintética y Camfive, que nació hace siete años con el objetivo de importar máquinas bordadoras para gorras y playeras, las cuales lograron posicionar con gran éxito. Lo importante es diversificar, no se debe depender de una sola fuente de ingresos, asegura.
Para Estuardo, la fe y el valor son las herramientas que le han permitido llegar hasta donde está. Para él, temer a los fracasos es normal y algo que experimenta todo empresario en algún momento de su trayectoria. Sin embargo, es vital –asegura–, vencer ese temor y atreverse a dar el siguiente paso. Además –refiere–, es vital creer en su producto y saber que siempre hay oportunidad de crecer. Por ejemplo, en el caso de Gina, la visión de que el 100% de los zapatos fabricados en Guatemala incluya productos de la compañía se ha logrado en un 80%, y calcula que para cerrar la brecha del 20% harán falta otros 5 años, para después seguir trabajando para apoderarse de este segmento de mercado en Centroamérica.
Asimismo, el empresario destaca que la mayoría de negocios se concentran en vender bueno, bonito y barato, y en dar un buen servicio. Sin embargo, para él, además de esos cuatro factores muy importantes, hay un quinto fundamental: el trato personal, cara a cara, con los clientes. Y es que para Estuardo resulta vital establecer una relación de confianza y perdurable con quienes confían en su empresa para hacer negocios.
Por otro lado, a lo largo de su trayectoria empresarial, ha aprendido sobre la importancia de tratar a todas las personas por igual, por lo que asegura que en su empresa se le da la misma atención y excelencia de servicio tanto a aquel cliente que ha adquirido 100 máquinas como aquel que compra por primera vez una aguja; y eso sin duda, le ha abierto muchas oportunidades.
Todo esto aunado a no ser conformistas, tener siempre la intención de crecer y de retarse a sí mismo, le ha permitido cosechar muchos éxitos. Asimismo, Estuardo asegura que ha sido fundamental rodearse del mejor talento humano, de profesionales muy bien preparados que aportan su conocimiento y mística para hacer crecer el negocio y quienes aman la visión del mismo. A este equipo ya se sumaron sus hijas, a quienes en algún momento entregará la batuta del negocio para continuar con los planes de crecimiento y expansión.
La estrategia de negocio de Estuardo ha dado resultado y en los últimos tres años, Gina ha crecido entre un 5% y un 8%, y se prevé que para el 2023, 2024 y 2025 crecerá otro 8%.
El trabajo duro nunca termina y el emprendedor insta a todos aquellos que inician en el mundo del emprendimiento a utilizar los talentos que tienen y explotarlos. “Ya basta de ver pasar a la gente con éxito, ahora es el momento de decir ‘tras eso voy’ sin olvidar dónde se empezó”. Además, les aconseja tener claro que todo requiere esfuerzo y que los éxitos se alcanzan paso a paso y que todo llega en su debido momento, por lo que hay que saber esperar y trabajar duro por lo que se quiere. Hemos visto torres levantarse muy rápidamente pero igual de rápido se han caído. Lo que se construye poco a poco es sólido, concluye.
Pitch
Gina is a company that for more than three decades has achieved an important place as a distributor of equipment and machinery for shoe manufacturing. The result is in sight, since 80% of the factories that produce footwear in Guatemala use state-of-the-art technology machinery distributed by this company, with which a production of between 500 to 2000 pairs per day can be achieved.
