¿Sabías que año con año la industria cafetalera tira más de veinte mil millones de toneladas de pulpa de café en forma de desechos? ¿Y si te dijéramos que esos «desechos» le dan un valor agregado a ciertos productos que ya conocemos, y que en realidad, han estado tirando millones de dólares a la basura? No lo creerías, ¿cierto?

Rubén Darío Sorto (hondureño) y Luis Alejandro Mejía (guatemalteco) son dos amigos, compadres, empresarios y emprendedores que fusionaron sus profesiones: la ingeniería bioquímica y la ingeniería agrónoma, para crear un proceso único en su clase que permite convertir los desechos de la pulpa de café y de algunas frutas en súper ingredientes que están revolucionando el mercado guatemalteco.

¿Qué hace Biofortune Crops?

Biofortune Crops se basa en la disrupción de los procesos de valor agregado de la pulpa de café, y de algunas frutas y verduras; eliminando la variabilidad de sabores y aromas, asegurando la inocuidad, a través de procesos innovadores de foodtech para abastecer a las industrias de alimentos, nutracéuticos y bebidas con ingredientes ricos en bioactivos como antioxidantes y flavonoides.

En la actualidad, y a raíz de todo lo sucedido con la pandemia, las personas están más al pendiente de saber el tipo de alimentos que consumen. Están interesadas en productos sostenibles, que contribuyan a mejorar su salud y calidad de vida. Los consumidores ya no buscan alimentos solamente por un precio accesible o por su sabor; buscan calidad y productos que los ayuden a mejorar su sistema inmunológico, subir sus defensas, y que al mismo tiempo, tengan antioxidantes y beneficios que les permita prevenir enfermedades heredadas como diabetes, artritis, enfermedades cardiovasculares, entre otras.

En el mercado, también se ha incrementado la demanda de los alimentos que producen energía. Lamentablemente, la gran mayoría son productos energéticos en donde sus ingredientes no son naturales y pueden resultar perjudiciales para la salud. Al tener la pulpa de café –que contiene cafeína– como materia prima, alinea los ingredientes que ofrece Biofortune Crops en la tendencia del consumo de alimentos energéticos naturales.

Un poco de historia

Rubén Darío y Luis Alejandro se conocieron hace veintidós años cuando cursaron juntos la maestría de negocios en INCAE Business School. Ambos conocían poco de negocios, pero mucho de ingeniería y compartieron juntos el proceso de aprender sobre finanzas, mercadeo y todo lo relacionado con la administración de empresas. Desde entonces, se convirtieron en buenos amigos y compadres.

Rubén Darío, además de ser un ingeniero bioquímico, cuenta con una carrera gerencial bastante exitosa. Por mucho tiempo, estuvo en varias empresas y grupos empresariales de renombre. En sus últimos años, como empleado, trabajó en una firma de inversiones muy prestigiosa donde era el encargado de estructurar los proyectos nuevos para el grupo; experiencia que le ayudó a construir un expertise bastante fuerte en la estructuración y construcción de ideas de negocio para llevarlas a la realidad.

En el año 2016 decidió dejar de ser empleado y se aventuró a emprender. Empezó sembrando fincas de café –otro de sus negocios–. En 2019, Rubén Darío ya tenía varias fincas sembradas y comenzó el dilema para saber en qué convertirían ese producto, además del actual, que todos conocemos.

Luis Alejandro, ingeniero agrónomo de profesión, cuenta con más de veinte años de experiencia trabajando con bancos y otras instituciones de desarrollo. Sabía que era poco probable hacer dinero con el negocio del café; ya que por años, estuvo atorado en un mundo de commodities; en donde los precios suben y bajan; y cuando lo hacen, no solo pasan mucho tiempo así, sino que se mantienen por debajo de los precios de producción.

Buscando cambiar este fenómeno, Rubén empezó a diseñar procesos para agregarle valor, no al café como lo conocemos, sino a su fruto. En esa exploración, tanto Luis como Rubén, se dieron cuenta de que había procesos enfocados no solo para la fruta del café, sino también para otros frutos, tubérculos y vegetales como la yuca, papa, berries, plátanos, etc. Fue así que desarrollaron una planta y un nuevo método de procesamiento de frutos y botanicals de alto valor agregado, que permitía mantener los sabores consistentes; pero, sobre todo, que les permitía crear ingredientes que se mantenían alineados con las nuevas tendencias de consumo en el mercado. Así, a finales del mismo año, empezaron a armar el proyecto y en 2020 –en medio de la pandemia– comenzaron a levantar capital y crearon la empresa Biotec Agro S.A.

La clave para despegar

La pulpa del fruto del café tiene seis veces más antioxidantes que la que contienen las berries; las cuales, ya son consideradas por esta característica como superfoods. Su alto valor nutricional, acción energética y muchos antioxidantes fueron la clave para el despegue de este emprendimiento. Tenían un producto ganador: estaban ofreciendo un valor agregado que se podía vender y que era muy popular en el mercado.

Lo que nosotros estamos haciendo es construir una industria del siglo XXI, explica Luis Alejandro. Ya que gracias a los procesos que Rubén Darío ha ido diseñando, encontraron un punto que les permite agregarle un valor a lo que antes era considerado como desecho y convertirlo en ingredientes que pueden ser utilizados en bebidas, alimentos procesados, alimentos congelados, etc.

Estos nuevos ingresos en la industria, no solo llegan a nosotros, sino que también representan nuevos ingresos en las fincas de café, lo cual permite generar empleo y ayuda a mitigar la pobreza en las áreas rurales, agrega Luis.

Biofortune Crops en la actualidad

Luis Alejandro y Rubén Darío ya están preparando la apertura de su primera planta en tierras guatemaltecas para febrero de 2023. Han hecho una inversión de varios millones de dólares para producir pulpa pulverizada y deshidratada; y pulverizados de otros productos como berries, piña, plátanos, fresas y otros, que ya tienen identificados. Su siguiente fase será levantar una nueva ronda de capital para triplicar la capacidad de la planta en volumen e instalar líneas de concentración para producir concentrados de pulpa (mieles concentradas funcionales y energéticas) y así, pasar a generar un margen de ganancia mucho mayor a lo que hoy día se genera por cada quintal de fruta de café procesada en los procesos de commodities. 

Fundación: 2020

Inversión: Abierta la serie B de inversión

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