El Informe de Emprendimiento de Mujeres GEM 2021/22 ofrece un análisis de tendencias del espíritu empresarial de las mujeres, en 50 países, cinco regiones globales y tres niveles de ingresos nacionales.

El nuevo Informe de Emprendimiento de Mujeres de Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2021/2022 mostró las tasas de creación de empresas lideradas por mujeres y destaca las tendencias de emprendimiento femenino en todo el mundo.

En la región Mesoaméricana, Guatemala tiene el mayor porcentaje de emprendedoras, con un 28.2%; seguido de Colombia, con 26.1%; y Togo, con 25.4%; los tres ubicados en un nivel de ingresos bajo, a nivel país.

El cuarto puesto lo ocupa Chile, con 25.2%; seguido de Panamá, con 24.6% y Uruguay, con 23.9%; todos ubicados en un nivel de ingresos medio, también a nivel país.

Lo más bajos, fueron Puerto Rico, con 17.9% (también con un nivel de ingresos medio); y Brasil, con 17.2% (nivel de ingresos bajo).

Este informe destaca la composición de género de las nuevas empresas, los impactos de la pandemia en los empresarios masculinos y femeninos, y las desigualdades estructurales y ambientales que deben abordarse a nivel político.

Fue escrito por nueve investigadores del Equipo Nacional GEM de ocho países, y se basa en datos recopilados de la Encuesta de Población Adulta (APS) de GEM y la Encuesta Nacional de Expertos (NES) de GEM, en 2021.

Además, y en general, este ranking mostró que las tasas de creación de empresas para mujeres cayeron un 15% de 2019 a 2020, y se mantuvieron constantes en 2021. Las mujeres también experimentaron caídas más pronunciadas que los hombres, en sus intenciones de iniciar un negocio dentro de tres años y las tasas generales de inicio en 2020, pero no en los países de ingresos medios altos.

De acuerdo con Amanda Elam, autora principal del informe e investigadora del Instituto Internacional de Investigación Diana, ubicado en Babson College, una organización fundadora y patrocinadora global de GEM, “las mujeres representan dos de cada cinco emprendedores en etapa inicial”.

“El espíritu empresarial es una parte de la economía en la que las mujeres siguen desempeñando un papel activo. Es importante que los educadores, líderes y formuladores de políticas entiendan los impulsores de las diferencias de género en esta actividad crítica del mercado”, agregó Elam.

Proceso

De acuerdo con Global Entrepreneurship Monitor, el informe se enfocó en cuatro temas clave en la primera mitad del proceso, seguido de un análisis más detallado de los patrones específicos de la región y de cada país, esto en la segunda mitad del reporte.

Estos cuatro temas son:

1. Las diferencias de género en las tasas, en varios puntos del ciclo de vida empresarial, desde las intenciones hasta la actividad de inicio, nuevos negocios, negocios establecidos y salida o cierre de empresas.
2. Diferencias de género en los impactos de la COVID-19, tanto positivos como negativos.
3. Desigualdades estructurales y participación de las mujeres en nuevas empresas de alto potencial.
4. Factores en el entorno propicio que probablemente influyan en las diferencias de género en la actividad empresarial.

Los hallazgos de este ranking ofrecen información a una audiencia diversa de investigadores, formuladores de políticas, educadores y profesionales. El objetivo es resaltar las áreas en las que las mujeres empresarias han logrado un progreso significativo, en las que la pandemia afectó los resultados de sus negocios y en las que aún existen brechas, desafíos y oportunidades que se pueden abordar mejor.

Otros hallazgos clave del informe incluyen:

• A nivel mundial, las mujeres representan aproximadamente uno de cada tres emprendedores de alto crecimiento y uno de cada tres emprendedores de innovación, centrados en los mercados nacionales e internacionales.
• Las mujeres de los países de ingresos medios-altos representan algunas de las empresarias más innovadoras y de alto crecimiento del mundo, a la par de los hombres en el enfoque del mercado internacional.
• Las tasas de salida de negocios para las mujeres aumentaron del 2.9% al 3.6% durante el período de pandemia de dos años, en contraste con las tasas más altas para los hombres (3.5% a 4.4%). Las mujeres en los países de ingresos medios-altos mostraron el mayor impacto de la pandemia en la salida de negocios, con un aumento del 74% de 2019 a 2021, en comparación con el 34% de los hombres.
• Casi la mitad de las mujeres empresarias encuestadas en todo el mundo están involucradas en el sector mayorista/minorista y una de cada cinco mujeres empresarias en el sector del gobierno y los servicios sociales (18.5% de mujeres frente a 10.1% de hombres). Sin embargo, solo el 2.7% de las mujeres en comparación con el 4.7% de los hombres están iniciando negocios en el ámbito de la Información, Computación y Tecnología (TIC), el sector que atrae la mayoría de los dólares de capital de riesgo en todo el mundo.
• En todos los países encuestados, las mujeres eran mucho menos activas en los negocios que los hombres y tendían a hacer inversiones relacionadas mucho más pequeñas. Las diferencias de género más significativas se encontraron en los países de ingresos bajos, mientras que las mujeres en los países de ingresos medios-altos estaban más cerca de la paridad de género.
• En general, los expertos nacionales calificaron muy mal el entorno propicio para las mujeres empresarias en la mayoría de los países. Esto puede explicar por qué las mujeres tienen una percepción ligeramente inferior del espíritu empresarial como una opción de carrera en comparación con los hombres. Los países con las calificaciones de expertos más altas también vieron los niveles más altos de intenciones empresariales.

Este ranking también brinda orientación para los encargados de la formulación de políticas y los líderes de programas que ayudarán a abordar las barreras para la puesta en marcha y el crecimiento de empresas para las mujeres empresarias.

Según la directora ejecutiva de GEM, Aileen Ionescu-Somers, «GEM es la única fuente de investigación global que recopila acerca del espíritu empresarial directamente de la fuente: los empresarios».

«La aplicación de una perspectiva de género bien informada a la evidencia, apunta a los responsables de la formulación de políticas y a los líderes de programas hacia soluciones personalizadas más efectivas para abordar las barreras para la puesta en marcha y el crecimiento de empresas para las mujeres empresarias», añadió Ionescu-Somers.