En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en la participación de las economías de ingresos medios y bajos en el comercio mundial de agroalimentos, señala un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Este crecimiento ha traído consigo la irrupción de nuevos actores y un incremento en el número de relaciones comerciales.
Asimismo, la red mundial de comercio alimentario se ha descentralizado, con una mayor regionalización debido a la cercanía geográfica y la profundización de los procesos de integración económica.
Se trata de un estudio que expone las oportunidades para potenciar el comercio de productos agroalimentarios, con el fin de reducir la inseguridad alimentaria en la región.
Además, tiene como objetivo generar mayores fuentes de empleo, reactivar las economías y mejorar las condiciones de vida.
Exportaciones y desafíos
En el contexto del comercio entre los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Se destaca que cerca del 50% de las exportaciones del SICA al mundo son agroalimentos, mientras que en la CARICOM, este porcentaje es del 8.1%.
A pesar de la relativa cercanía geográfica, el comercio entre ambas regiones es bajo, representando poco más del 0.1% del intercambio comercial agrícola en América Latina y el Caribe (ALC), dice la FAO y el BID.
El estudio identificó 80 subpartidas con potencial para expandir el intercambio comercial entre ambas regiones, representando un mercado potencial de 2,767 millones de dólares.
Sin embargo, se enfrentan a varios desafíos, incluyendo preocupaciones sanitarias y fitosanitarias, deficiencias en transporte y distribución, limitado volumen de carga, eficiencia en trámites comerciales y aranceles elevados para productos agrícolas.
Recomendaciones
Para superar estos desafíos y aprovechar el potencial de crecimiento del comercio agroalimentario, el estudio recomienda considerar la posibilidad de un acuerdo comercial entre el SICA y la CARICOM.
Además, se ha recomendado mejorar la infraestructura logística, promover alianzas público-privadas, identificar cadenas de valor subregionales y fortalecer las capacidades institucionales.
Estos pasos contribuirían no solo a aumentar los flujos comerciales, sino también a mejorar la seguridad alimentaria en ambas regiones.