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Cómo construir negocios que funcionen

Construir el prototipo de tu negocio es un proceso continuo, un Proceso de Desarrollo de Negocio. Su fundación se basa en tres actividades distintas pero integrales mediante las cuales tu negocio puede proseguir su evolución natural. Estas son Innovación, Cuantificación y Orquestación.

Por: Michael E. Gerber

Innovación

La innovación es confundida frecuentemente con la creatividad. Pero como el profesor de Harvard Theodore Levitt mencionó, la diferencia entre la creatividad y la innovación es la diferencia entre el pensar en hacer las cosas y hacer las cosas. La creatividad piensa en cosas nuevas, la innovación hace cosas nuevas. La Revolución de la Franquicia ha traído consigo una aplicación de la innovación que ha sido universalmente ignorada por los negocios. Al reconocer que no es el producto lo que demanda innovación, sino el proceso mediante el cual es vendido. El franquiciante usa sus energías innovadoras en la forma en que la cual su negocio hace negocios.

La innovación es el corazón de todo negocio excepcional. La innovación siempre pregunta: ¿Qué es aquello que se está interponiendo entre mi cliente y mi negocio para que él obtenga lo que necesita? Para que la innovación tenga significado, debe siempre de ver las cosas desde el punto de vista del cliente. Al mismo tiempo, la innovación tiene que simplificar tu negocio a su esencia crítica. Debe de hacer las cosas más simples para ti y tu gente en la operación del negocio; de otra manera no es innovación, sino complicación.

Cuantificación

Pero por su cuenta, la innovación no llega a ningún lado. Para ser completamente efectivas, todas las innovaciones necesitan estar cuantificadas. Sin la cuantificación, ¿Cómo podrías saber que la innovación funcionó? Por cuantificación estoy hablando de los números relacionados con el impacto que tienen la innovación. Lo triste es que la cuantificación no se realiza en la mayoría de los negocios. ¡Y eso les cuesta una fortuna!

Por ejemplo, ¿Cómo sabrías que cambiando la forma en que se saluda al cliente cuando entra realmente produce un incremento de ventas de 16% al menos que cuantifique

(1) Determinando cuánta gente entra antes de que la innovación se implementara;

(2) Determinando cuánta gente compra productos y cuál es el valor de esos productos antes de la implementación y qué se decía para producir esas ventas;

(3) Contando el número de personas que entraron después de implementarla innovación;

(4) Determinando el porcentaje unitario de las ventas; y

(5)Determinando la mejora como resultado de la innovación?

Estos números te permiten determinar el preciso valor de tu innovación. ¿Cómo sabrás que vistiendo en traje azul tiene un impacto monetario específico en tu negocio al menos que cuantifiques el impacto y tengas controles específicos sobre los cuales medirlos? La respuesta es obvia, no podrás. Y como lo he dicho, pocos dueños de pequeños negocios cuantifican estas cosas, aún los que creen en la cuantificación. ¡Porque la mayoría de los dueños de pequeños negocios creen que estos cambios aparentemente tan pequeños no son realmente importantes! Pero pregúntate a ti mismo, si pudieras incrementar las ventas en un diez porciento haciendo algo tan simple como vestir en un traje azul, ¿Lo harías? ¿Harías que fuera importante? La respuesta es tan obvia como lo ridículo de la pregunta. ¡Claro que lo harías!

Orquestación

Una vez que innoves un proceso y cuantifiques su impacto en tu negocio, una vez que encuentres algo que funciona mejor que lo que estaba antes, es tiempo de orquestar todo. Orquestación es la eliminación de la discreción, o elección, al nivel operativo de tu negocio.

Sin la orquestación, nada puede ser planeado, y nada anticipado –por ti o tu cliente. Si cada vez que haces algo, lo haces de manera diferente, si todos en tu compañía hacen las cosas a su propia discreción, hacen sus propias elecciones, en vez de crear orden, creas caos.

Como dice Theodore Levitt, “La discreción es el enemigo del orden, la estandarización y la calidad”. “Si un traje azul funciona, úsalo cada vez que te pares frente a un cliente”, ese es el dictado de la orquestación.

Y esto lo debe seguir todo aquel que ha decido seriamente a producir resultados consistentes y predecibles en el mundo de los negocios, sin importar en que negocio se encuentre. Porque todo fundador de cada gran negocio con formato de franquicia, sea franquicia o no, sabe una cosa certeramente: ¡Si no lo tienes orquestado, no lo posees!

En otras palabras, una vez que hayas innovado, cuantificado y orquestado algo en tu negocio, debes de continuar innovando, cuantificando y orquestando. El Proceso de Desarrollo de Negocio es dinámico, simplemente porque el mundo, moviéndose como lo hace, no tolera un objeto estacionario. El mundo colisionará con lo que hayas creado y tarde o temprano lo destruirá.

El Proceso de Desarrollo de Negocio es lo que te permite estar listo a los cambios del mundo. Esperanzado los precede, se les anticipa, y si no, al menos es infinitamente flexible con relación a ellos. En corto, la innovación, cuantificación y orquestación son la columna vertebral de cada negocio extraordinario. Son la esencia de tu Proceso de Desarrollo de Negocio.

Extraído del libro: El mito del emprendedor.

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