Este encierro ya no tan voluntario tiene a muchos padres halandose de los pelos, intentando encontrar actividades y formas de entretener a los pequeños en casa.
No cabe duda que el estrés y la ansiedad ha golpeado al mundo entero. Aunque hemos visto algunas pocas ciudades que empiezan gradualmente al new normal, nuestros países en Latinoamérica aun no la ven tan clara.
Todos somos víctimas de esta pandemia, pero nuestros niños sufren en silencio sin entender del todo por qué pasan y pasan los días y no acaba este encierro.
Compré un juego de mesa en el super mercado y ya lo he jugado ¡cien veces! Saltamos en la cama haciendo piruetas e intentamos dispersar el tiempo en cualquier cosa que no sea la pantalla de la tablet, sin mucho éxito.
Aunque me avergüenza admitir este hecho, tengo que reconocer que incluso yo, me desahogo viendo alguna serie o película en la pantalla del televisor por varias horas, cuantimás mi pequeña Isabella.
Como buen encuarentenado me puse a indagar un poco en la red y pues no me fue tan mal, resulta que la presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, Nusheen Ameenuddin comenta: «Los padres también deben pensar en la salud mental, y si eso les quitará algo de presión a los niños en esta situación muy inusual y muy difícil, creo que eso es realmente comprensible».
Aunque pasar tiempo exagerado en las pantallas puede provocar obesidad y problemas de habla en los chicos, ella asegura que «La clave es que los padres sepan que se trata de prioridades, y que la supervivencia es la prioridad número uno, la salud física y la salud mental, y luego todo lo demás tendrá que ser malabarizado». “Algunos días, minimizar el tiempo de pantalla será una prioridad. Otros días, simplemente no lo es» dice.
Así que mientras estemos en cuarentena no me sentiré tan mal de que pase más tiempo del normal en la pantalla, claro que tendré que enderezar este asunto pasado este encierro.
Texto: Elder Canahui
