A los 11 años, las niñas empiezan a despertar un fuerte interés por carreras relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, conocidas como STEM (por sus siglas en inglés), dicho interés se pierde antes de que cumplan 15 años, de acuerdo con la Unesco, esto se debe a los prejuicios y estereotipos que alejan a las niñas y mujeres de estos campos.
“De acuerdo con un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas en 14 países, las mujeres tienen un 18% de probabilidad de estudiar una licenciatura en esta área, un 8% de estudiar una maestría y un 2% el doctorado, lo que se traduce en una inmensa reducción de talento para la tecnología y la ciencia…”, explica Erika Domínguez, Directora de Planeación Estrategia y Comunicación Corporativa de KIO Networks.
Ante este panorama, es fundamental crear estrategias que atraigan, retengan e impulsen el talento de las mujeres aplicado al campo de las STEM. Además, se debe potenciar sus conocimientos y habilidades para que puedan consolidar su desarrollo profesional, de manera tal que se establezca un entorno donde haya mayor mentoría, acompañamiento y desarrollo de las nuevas generaciones de científicas, matemáticas, programadoras; directivas y emprendedoras de una start up.
Debemos aceptar el reto de construir espacios cada vez más abiertos e incluyentes para motivar la participación de las niñas y mujeres en estos campos profesionales.
Texto: Erika Domínguez, Directora de Planeación Estrategia y Comunicación Corporativa de KIO Networks.