La ola tecnológica, especialmente en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), avanza a pasos agigantados. Esto ha capturado el interés de fondos de capital de riesgo, que están invirtiendocon fuerza en empresas centradas en esta tecnología. A raíz de esto, hoy vemos empresas emergentes con valoraciones impresionantes, mientras que algunas previamente aclamadas como «unicornios» en otros sectores ven reducido su valor. Aunque las circunstancias son distintas, es imposible no ver paralelismos con períodos anteriores de innovación tecnológica, como el famoso boom de las punto com que culminó con el estallido de la burbuja en 2001.
Es innegable que de olas de innovación anteriores, como la de Internet, surgieron colosos como Amazon. Es muy probable que de esta corriente de IA surjan también empresas líderes en las próximas décadas. Una ventaja notable que poseen los emprendedores actuales es que hoy es más sencillo y económico iniciar un negocio. Herramientas como el almacenamiento en la nube, el desarrollo sin código y, por supuesto, avances en IA como ChatGPT, han democratizado el emprendimiento.
Sin embargo, a pesar de estos cambios, los fundamentos del emprendimiento no cambian. La clave está en conocer a tu cliente, entender bien sus problemas y ofrecer una solución por la que los clientes estén dispuestos a pagar más de lo que cuesta producirla.
La historia nos ha mostrado lo que pasa cuando olvidamos esto. Durante el boom de las punto com, muchos pensaron que estaban ante una «nueva economía», una donde el valor se genera simplemente con tener usuarios y crecer rápidamente aunque se estuviera perdiendo mucho dinero. Pero, al final, esa supuesta transformación fue solo una fase de excesivo optimismo e irracionalidad de los mercados bursátiles.
Por lo tanto, aunque vivimos en un momento lleno de innovación, con la IA y otras tecnologías tomando protagonismo, debemos tener presente que la esencia del emprendimiento sigue siendola misma. La innovación es importante, pero para justificar su existencia una empresa tiene que generar valor real y duradero. Manteniendo estos fundamentos en mente, los emprendedores de hoy y de mañana tendrán mayor probabilidad de éxito, sin importar cuán rápido cambie el mundo tecnológico a su alrededor. Por el contrario, podrán aprovechar los cambios y las economías de escala de las nuevas tecnologías para generar más valor.
Por: Hugo Diaz
Director UFM Acton MBA
