El éxito jamás esta garantizado. Los más grandes empresarios y fundadores de empresas, en realidad, nunca tuvieron un camino claro hacia lo que los haría libres y felices. No existe una receta para el éxito, porque hay muchas formas de definir el éxito.
En retrospectiva, podría sorprendernos lo que hacían personas como Warren Buffett, Richard Branson, Mark Cuban, Jeff Bezos y Sam Walton a sus 20s. En realidad, todos tenían trabajos normales y estaban muy lejos del éxito empresarial por el que se les conoce hoy en día.
Jeff Bezos hacia hamburguesas en McDonald’s
Mucho antes de que Jeff Bezos estuviera transformando el comercio minorista con Amazon, Bezos inició su vida profesional como cocinero en McDonald’s durante sus veranos libres. Y las cosas no fueron del todo bien:
“En mi primera semana de trabajo, un dispensador de ketchup de cinco galones que estaba montado en la pared de se quedó atascado y arrojó una increíble cantidad de ketchup a cada grieta de la cocina. Como yo era el chico nuevo, me dieron el equipo de limpieza y me dijeron: ‘¡VE!’ ”, contó Bezos a Teets. “Era cocinero y nunca trabajé en la caja registradora. Lo más desafiante era mantener el ritmo correcto durante todo el día«, añadió.
Warren Buffett era vendedor en un pequeño pueblo
Uno de los inversionista más exitoso del mundo comenzó como vendedor de acciones en una pequeña ciudad en Omaha, Nebraska, antes de mudarse a Nueva York para convertirse en analista de valores a los 26 años. No obstante, le hizo falta mucho esfuerzo para que el joven Buffett comenzará a ganar cifras significativas de dinero. De hecho, solo después de estudiar una maestría en economía en la Universidad de Columbia, Buffett regresó a su ciudad natal, Omaha, para iniciar su propia oficina de inversión, e incluso entonces necesitó de ser persuadido por su familia y amigos. El éxito de Buffet con esa oficina fue lo puso al mando de Berkshire Hathaway, quien lo transformó de una empresa textil al conglomerado gigantesco que es hoy.
El cuarto hombre más rico del mundo cree que la mentalidad de «pequeña ciudad» que cultivó en Nebraska ha sido fundamental para su éxito. «En algunos lugares es fácil perder la perspectiva«, dijo una vez a la NBC. «Pero creo que es muy fácil mantener la perspectiva en un lugar como Omaha».
Richard Branson vendía discos de una cripta mohosa
A los 20 años, Branson comenzó a vender discos en una antigua cripta de iglesia al oeste de Londres, sacó provecho de toda la experiencia y mentalidad disruptiva que había obtenido luego de fundar su propia revista para estudiantes, que comenzó con solo 16 años. Al principio era un servicio de pedidos por correo, no obstante Virgin Records pronto se mudó a una pequeña tienda en Oxford Street, donde sus discos de vinilo se vendían por mucho menos que los precios regulares. Después de todo, como Branson dijo una vez: «No tiene sentido comenzar tu propio negocio a menos que lo hagas por un sentimiento de frustración«.
A los 23 años, el obstinado empresario había comenzado su propio sello discográfico, y a los 30 años era un millonario. Pero, sus 20s fueron los años más difíciles, incluso más que los desafíos que vendrían después:
“Los recuerdo vívidamente. Para mi, es mucho más difícil ser el propietario de una pequeña empresa que está iniciando un negocio, que estar al frente de miles de personas que trabajan con nosotros y 400 empresas. Construir un negocio desde cero es algo 24 horas al día, 7 días a la semana, divorcios. Es difícil mantener unida la vida familiar; es un trabajo arduo y solo una palabra realmente importa, y eso es sobrevivir «.
Mark Cuban fue despedido por no obedecer a su jefe
Mark Cuban aprendió una lección que marcó su vida cuando tenía 25 años y eso lo inspiró a abrir su propio negocio.
En uno de sus primeros trabajos, el jefe de Cuban le dijo que no insistiera en realizar una venta, no obstante, él lo hizo de todos modos. El jefe lo despidió en el acto por desobedecer, a pesar de que Cuban había hecho ganar a la compañía US$15 mil.
“Ser despedido de ese trabajo fue el factor determinante en mi vida empresarial», escribió Cuban en un artículo para Forbes en 2013. «Decidí entonces comenzar mi propia empresa. No tenía mucho que perder, y era algo que sabía que tenía que hacer».
Desde entonces, Cuban ha pasado su vida tratando de hacer lo opuesto a todo lo que representaba un jefe, convirtiéndolo en un mentor a la inversa. De hecho, Cuban rehuye el título de «CEO».
Sam Walton era pasante en un almacén minorista
Cuando el fundador de Walmart, Sam Walton, murió en 1992, había construido uno de los comercios minoristas más grandes de la historia de Estados Unidos. Pero, la visión de negocios de Walton comenzó en 1940 con su trabajo en JCPenney como pasante de administración a los 20 años.
«Solo hay un jefe: el cliente», solía decir Walton. «Y él puede despedir a todos en la compañía desde el presidente hacia abajo, simplemente gastando su dinero en otra parte».
Hay que permanecer siempre humildes y cuidar a los clientes y colaboradores, ya sea que seamos un pasante o el CEO. Sin ellos, incluso las compañías más grandes y más fuertes caen.
*Con información de The Gentlemans Journal y Go Bankin Grates
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