La reactivación economica para los países puede ser de dos modos: uno en el que tanto los dueños de negocios como los clientes se resisten a activarse, y otra en el que ambos se activan de manera casi impulsiva.
En Guatemala vimos el segundo caso, los negocios se activaron de manera rotunda, al igual que los clientes y consumidores. Sin embargo aún hay una brecha que atravesar y tenemos que estar listos para ello.
Ahora en el semaforo en rojo, la ciudad de Guatemala se ha activado paulatinamente, habilitando unas cuantas mesas en sus espacios, probablemente sin mayor problema, pero la facturación no es la misma.
En el momento de estar en el anhelado color verde, los cafés, restaurantes y negocios de afluencia deben contar con una contingencia: mesas al aire libre. Aunque muchos restaurantes ya cuentan con esa ventaja, hay muchos otros que no, y no solo porque no quieran, si no porque no se les permite.
Pablo Velasquez, cofundador de Los Tres Tiempos comenta: «Hay que invertir en espacios peatonales, donde los restaurantes y cafés puedan utilizar las áreas libres para colocar mesas, como en cualquier lugar del mundo». Esto no solo sería responsable para la seguridad y salud del cliente local, si no también nos daría la oportunidad de brindar una experiencia turística más profunda a los pocos o muchos turistas que se aventuren a visitarnos pronto.
En la ciudad de Mexico, una ciudad que recibió el año pasado —2019— alrededor de 10.5 millones de turistas; la reactivación ha obligado a utilizar calles vehiculares para ampliar la ocupación de los restaurantes que se encuentran a pie de calle.
Guatemala recibió en el 2019 alrededor de 3 millones de turistas, una cifra nada despreciable, sin embargo la industria más afectada en el mundo entero es el turismo y pocos países cuentan con grandiosos atractivos turísticos como Guatemala para resurgir en este campo; esto no solo es una ventaja si no una obligación de apostarle al turismo para empujar la economía del país.
Texto: Elder Canahui
