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Si consumimos lo nuestro, Guatemala se levantará

En el 2020, la pandemia COVID-19  perjudicó principalmente a los restaurantes y al turismo. Pero este año, muchos empresarios reabrieron sus puertas y nos esperan.

Aunque el gasto de consumo final en los hogares constituyó el 84.9% de la producción nacional en el año anterior, la crisis sanitaria causó estragos en miles de empresas que preparan y sirven comida, así como en los servicios de hospedaje. Pero si compramos lo que se produce a nivel local, apoyaremos la reactivación.

Según el Banco de Guatemala (Banguat) las actividades de alojamiento y de servicio de comidas registraron una contracción durante el 2020 (-23.95%) lo que fue influenciado, principalmente, por la disminución en los servicios de mesa (restaurantes), a raíz de las disposiciones gubernamentales que limitan el aforo y restringen los horarios de servicio para prevenir los contagios de COVID-19.

Esta situación también perjudicó al turismo mundial y, en el caso de Guatemala, el año pasado solo ingresaron 593,989 visitantes, de los que el 67% fueron turistas y el 33% excursionistas. Ello significa una baja de -77% respecto al 2019, cuando ingresaron 2 millones 559 mil 599 personas provenientes del exterior.

No obstante, estas cifras comienzan a revertirse, pues este año, el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) registró en Semana Santa más de 2.3 millones de viajes de turismo interno, mientras que ingresaron al país 18,816 visitantes extranjeros.

Según Claudia Alvarado, directora de Mercadeo del INGUAT, ello incidió positivamente en la cadena de valor del turismo, con Q1,555 millones invertidos en transporte, hospedaje, ingresos a atractivos turísticos y alimentos, entre otros productos y servicios.

Creatividad y buen servicio

El inicio de la nueva normalidad impulsa a miles de pequeños empresarios y emprendedores, quienes reabrieron las puertas de sus negocios e invitan a consumir lo que ofrecen. Y les mostramos varios ejemplos:

“Si viniste a Huehuetenango y no viniste a Doña Estercita, no viniste a Huehuetenango”. Este es el slogan de una pastelería-restaurante que cuenta con una trayectoria de 38 años y en sus cuatro locales ofrece una gran variedad de pasteles, otros productos de repostería y antojitos chapines.

“Aquí hay muchos restaurantes, pero Doña Estercita es el más conocido y preferido. La fundadora fue mi abuela, quien vino de Francia, se instaló en Aguacatán y comenzó a cocinar para vender. Luego le trasladó sus recetas a mi madre y desde entonces, la gente ha disfrutado la experiencia de comer un excelente tamal, helados de leche, chocobananos o los pasteles de cumpleaños”, comenta María de León Méndez, la gerente actual.

Añade que, debido a la pandemia, se implementó el servicio a domicilio y a partir del 1 de mayo, en los locales se atenderá de nuevo, pero con protocolos de bioseguridad, para que las personas se sientan tranquilas.  “Actualmente estamos remodelando. Contamos con 35 personas, quienes antes eran cocineros y meseros, pero hoy también reparten. Usted tiene que venir a probar y a sentir lo que es Huehue, pero siempre con las medidas de seguridad que recomiendan las autoridades”, indica.

También en Huehuetenango se encuentra “Los Peroles del Compa” (Km. 254 carretera a Quiché, Ojechejel) un restaurante familiar con ambiente campestre, que se especializa en comida típica y asados desde hace 13 años.

Los propietarios, Pedro Rodas y su esposa Andrea, explican que los platillos que ofrecen son una fusión de comida guatemalteca y mexicana, debido a que la región es fronteriza. “Les damos un toque diferente a nuestras recetas, para que la gente coma algo distinto. Además, el ambiente es natural y de tipo ecológico. Será un gusto que vengan a nuestras instalaciones seguras y al aire libre. Tratamos de hacer todo lo más higiénico posible y el personal está completamente tecnificado”, invitan los Rodas.

 

Fundadores de Los Peroles en Huehuetenango. Fotografía: Win.gt ©

En Alta Verapaz, aventura y gastronomía

Las Verapaces es una de las regiones guatemaltecas con mayor diversidad de atractivos turísticos de naturaleza, aventura y gastronomía. Entre las montañas cubiertas de selvas serpentean varios ríos que esconden rincones asombrosos y místicos.

Uno de ellos es las Grutas del Rey Marcos, en San Juan Chamelco, que consiste en un sistema de cuevas con un río subterráneo y formaciones rocosas esculpidas durante miles de años, pero descubiertas hasta en 1998.

Desde entonces, miles de personas han visitado el lugar para celebrar ceremonias mayas, recorrer sus senderos y adentrarse en las cavernas hasta llegar al llamado “santuario”, como explica Diego Fernández, administrador del parque y presidente de la comisión departamental de turismo sostenible de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).

“Estas grutas se han formado gracias al cambio climático durante los últimos 12 mil años. El recorrido se realiza por un río subterráneo que, cuando llueve mucho, el cauce crece y hasta se puede realizar aventura extrema”.

Al final está el ‘santuario’, una caverna donde muchas personas guardan un minuto de silencio con las luces apagadas, pues según los nativos, este es un lugar sagrado y “todo lo que está adentro le pertenece a Dios”. En un libro donde los visitantes comentan sus experiencias en el lugar, se encuentran testimonios de energía positiva, paz y misticismo.

“Guatemala es un país maravilloso y Alta Verapaz tiene naturaleza y cultura que cautivan. En las Grutas del Rey Marcos contamos con todas las condiciones para que el turista pueda pasear seguro y con los protocolos sanitarios para que disfrute de la naturaleza. Los esperamos a pocos kilómetros de Cobán”, dice Diego.

Y luego de un día de aventura, nada mejor que un excelente almuerzo, refacción o cena en Xcape Kob’an, donde ofrecen platillos típicos preparados por mujeres keqchíes, aparte de que en la tienda se pueden adquirir artesanías, libros, artículos de vestuario y joyería local.

Byron Córdova, propietario del lugar, explica que se trata de “un espacio que soñamos hace 18 años con la intención de poner en la mesa una taza de café 100% cobanero. Antes se venía a Cobán y lo que se servía era agua caliente con café instantáneo, lo que era vergonzoso después de 100 años de cultura cafetera. Xcape Kob’an significa Café Cobán en Keqchí”.

El año pasado fue difícil para esta pequeña empresa, pues tuvo que abandonar los planes ya elaborados. Sin embargo, en el 2021 retomaron las actividades y hoy se liga el tema gastronómico al de salud, pues en sus huertos se cultivan plantas nutritivas y saludables como el amaranto (bledo) y muchos más, para preparar más de 150 platillos.

“Lo interesante es que debido a las restricciones de movilidad ya no venían productos externos, lo que nos ayudó a impulsar los cultivos locales y las recetas ancestrales vinculadas a ellos”, explica.

Por lo tanto, Win.gt invita a los guatemaltecos a visitar los emprendimientos chapines, recorrer los atractivos turísticos y consumir en tiendas y restaurantes del lugar, para reactivar la economía regional y nacional.

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