Conocida cariñosamente por todos los que la rodeaban como Doña Yoli, fue junto a su esposo, quienes iniciaron la franquicia de la famosa BigMac en Guatemala.
Originaria de Chile, Doña Yoli llegó a Guatemala a los 19 años de edad, junto a su padre, quien llegó al país en una misión diplomática. Se casó con José María Cofiño, con quien adquirió una franquicia de la cadena de restaurantes McDonald’s en 1974. Luego del fallecimiento de su esposo, doña Yoli tomó el mando del negocio, desarrollando un dote innovador, que la hizo merecedora de reconocimientos importantes por parte de la Corporación McDonald’s.
Fue ella, doña Yolanda, quien inventó la famosa Cajita Feliz que hoy se vende alrededor del mundo en más de 33 mil restaurantes. Y el modelo se ha replicado en casi todas las cadenas de comida rápida que ofrecen menús infantiles. También fue reconocida por proponer la idea de crear un espacio para la celebración de cumpleaños.
Al inicio, con el primer restaurante empleó a 30 personas a mediados de la década de los setenta. Actualmente la empresa genera empleo a más de 5,500 personas en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
En el 2005, inauguró la primera Casa Ronald McDonald en Guatemala para ayudar a niños enfermos. Luego se construyeron 2 casas más. Dichas casas son un “hogar lejos del hogar” para las familias del interior del país que viajan a la Ciudad Capital para que sus hijos reciban algún tipo de tratamiento médico y no cuentan con los recursos para pagar un lugar en donde hospedarse.
También extendió ayuda a través de la Fundación Infantil Ronald McDonald Guatemala, a niños que padecen desnutrición severa, a través de Techo, colaboró con la construcción de casas para familias en extrema pobreza, brindó ayuda a familias con niños con problemas del corazón, brindo apoyo a la Sala Familiar Unicar, así como tantos otros proyectos en los que se involucró a lo largo de los años.
¿Cómo alcanzar nuestros sueños?
En una entrevista que realizamos a doña Yoli en 2010, le consultamos, ¿qué mensaje puede darle a aquellos que tienen un sueño? “Que luchen, porque los sueños hay que trabajarlos para que se cumplan, porque uno no puede tener un sueño y quedarse en su casa esperando a que se realice; hay que hacer algo para cumplirlo y luego se van a sentir muy satisfechas, muy realizadas. Nada es fácil, para mi no lo fue, pero claro que se puede lograr”, respondió.
Una carrera impecable, una vida ejemplar que nos deja marcado el camino a seguir como hombres y mujeres de negocios que buscan impactar y transformar el mundo.
