Hasta hace algún tiempo, las redes sociales eran vistas solamente como canales de entretenimiento y noticias. Sin embargo el fenómeno del acelerado crecimiento de las mismas ha hecho que cada día sean más las empresas y organizaciones que se interesan en utilizarlas para llegar hasta nuevos clientes potenciales y hacer más negocios.
Muchos empresarios han tenido que reconocer que este medio que un tiempo atrás fue menos valorado, se ha convertido en una herramienta poderosa que les puede ayudar en muchos sentidos. Las redes sociales requirieron un cambio de paradigma para poder explotarlas al máximo. Y de una nueva forma de pensamiento que hasta hace pocos años no existía.
Uno de los errores más grandes al respecto, es pensar que las redes sociales son solamente un “medio más de publicidad“, lo cual definitivamente no es así. Punto que he defendido abiertamente y que sostengo sin dudarlo, pues está comprobado que quienes han intentado promover sus productos y servicios a la manera tradicional se han encontrado con la no muy grata sorpresa de que de esa manera simplemente no funciona.
Uno de mis clientes me decía: “¡No logro comprender porque si dicen que son mis amigos, no comparten las publicaciones de mi empresa!”
Es entonces cuando surge la duda, ya que muchos piensan que sus amigos y familiares, por ser precisamente ellos deberían compartir sin reservas sus anuncios publicitarios y las “novedosas” ofertas de servicios que quieren que todo el mundo conozca.
Piensan que basta con publicar un buen anuncio para que llegue a esos miles de usuarios que tienen las redes sociales. Incluso recuerdo con jocosidad a uno de mis clientes que en tono frustrado me decía: “¡No logro comprender porque si dicen que son mis amigos, no comparten las publicaciones de mi empresa!”
Y es entonces cuando comparto con ellos la primera lección acerca de las redes sociales: Lo que sucede es que la gente no está en las redes sociales para comprar (A excepción de las secciones que son exclusivamente para comercio). La gente no entra a Facebook, Twitter o Youtube esperando ver que ofertas encuentran hoy.
¡Nada de eso! La gente entra a las redes sociales para socializar, conversar, reírse de las fotos o de los chistes que publican sus amigos. Nadie se levanta por la mañana ansiosamente para abrir su perfil y verlo saturado de ofertas y promociones. Por el contrario, las ofertas y promociones de alguna manera a todos nos disgustan y crean el efecto contrario de llegar a evadir las publicaciones, especialmente cuando son directamente comerciales.
Edwin Amaya
1000ideasdenegocios.com
